Inspirar, conectar, transformar
Desde hace 25 años, el Barómetro de Confianza de Edelman —una de las agencias globales más influyentes en relaciones públicas— ofrece un diagnóstico claro y contundente del estado emocional y relacional de nuestras sociedades. La edición 2025 no es la excepción.
El estudio, realizado en 28 países (incluyendo dos de América Latina), muestra un panorama preocupante pero, al mismo tiempo, una invitación a actuar desde el ámbito empresarial.
Los datos son elocuentes: el 61% de los encuestados expresa niveles moderados o altos de resentimiento. Este malestar se origina en la percepción de que tanto gobiernos como empresas dificultan la vida cotidiana y actúan guiados únicamente por intereses propios y limitados. Entre quienes sienten más resentimiento la confianza disminuye en todas las instituciones. Quienes sienten la menor desconfianza son las ONGs, luego siguen las empresas, los medios y, liderando la desconfianza, aparecen los gobiernos.
Además, el estudio revela una creciente preocupación por los prejuicios, la discriminación y el racismo, acompañada por una pérdida de optimismo sobre el futuro. Un dato alarmante: el 53% de los jóvenes de entre 18 y 34 años está de acuerdo con la afirmación “es aceptable atacar a otras personas en redes sociales, difundir intencionalmente desinformación, amenazar o ejercer violencia, incluso dañando propiedades públicas o privadas”.
¿Qué hacer?
Los sectores con mayor nivel de resentimiento creen que las empresas no están haciendo lo suficiente para enfrentar los grandes desafíos sociales. Sin embargo, también esperan que los líderes empresariales se involucren activamente en la búsqueda de soluciones, ya que consideran que pueden generar un impacto significativo —y al mismo tiempo, fortalecer sus negocios.
El informe también es claro en otro punto clave: ninguna empresa puede resolver estos problemas de manera aislada. La reconstrucción del tejido social, la promoción de información confiable y el restablecimiento del optimismo económico requieren alianzas interinstitucionales profundas y sostenidas.
Si bien el estudio no incluye datos de Paraguay, sus conclusiones nos interpelan directamente. No podemos desentendernos con un simple “eso no pasa aquí”. Solo quien elige no ver puede afirmar que esta realidad no le afecta, ni a él ni a su empresa.
Quienes trabajamos en comunicación estratégica lo vivimos a diario. Sentimos cada una de estas tensiones en nuestra labor, y con la experiencia acumulada, reconocemos la urgencia de actuar con decisión.
Una sociedad sin confianza pierde el vínculo esencial que da sentido al tejido social. Se convierte en un conjunto de voluntades desconectadas, incapaces de comprender y, por tanto, de transformar. Se vuelve vulnerable, fácilmente manipulable, obediente a los estímulos de quienes castigan o recompensan sin un horizonte claro. Las empresas son parte fundamental de ese entramado. Ignorar esta realidad es poner en riesgo su propósito y, por ende, su sostenibilidad.
En Ecom, conscientes de esta realidad que los datos reafirman, promovemos una comunicación estratégica que inspire, conecte a través de alianzas constructivas y facilite procesos de transformación. Solo así será posible reconstruir la confianza y avanzar hacia un futuro más esperanzador.
